Una vez leí una frase que me gustó mucho: "Un adulto creativo es un niño
que ha sobrevidido" Me pareció tan real y sobre todo verdadera. Lo
puedo conectar con nuestra bendita profesión docente, más bien, de
facilitadores y guías en los campos educativos, puesto que estamos
siempre al tanto de lo que sucede en nuestro entorno, en los eventos que
dan forma y estructura a los contenidos.
A menudo consideramos que
"la creatividad y la innovación son innatas" y que no todos poseemos las
habilidades y hasta "virtudes" de eso de ser creativos en nuestra labor
como educadores.
Pues, tengo el gusto de confirmarles que ¡No! que
todos tenemos la capacidad de hacer de nuestros espacios de trabajo y
del compartimiento con nuestros estudiantes, las mejores experiencias no
solo relacionadas con el conocimiento, sino de vida y de formas
diversas y creativas.
Entonces....¿Qué es lo que pasa? ¿por qué a
veces nos cuesta tanto ser creativos? ¿por qué no encontramos a veces
los mecanismos para hacer de nuestros cursos unas experiencias de
aprendizaje divertido, emocionante y sobre todo exitoso?
Bueno...
sucede que hemos dejado del lado precisamente esa parte "emocionante" de
nuestro trabajo, de nuestros cursos y consecuentemente de los
contenidos que tenemos que curbir en nuestros cursos. Hemos dejado de
experimentar y de retar a nuestros estudiantes con actividades no
tradicionales. Hemos a veces dejado que el docente tradicional y
aburrido llegue a nuestras vidas.
Si bien, todos podemos ser
innovadores, es necesario hacer uso de algunas estrategias, metodologías
y sobre todo, animarse a practicar experiencias diversas y concretas en
nuestras clases, para lograr un proceso de creatividad constante. Luego
de aprender y hacer práctica de dichas experiencias, las vivencias
innovadoras, se volverán parte de nosotros mismos y será como algo
"normal" haciendo que cada día se vuelva una vivencia nueva y que nos
deje un buen sabor de boca.
Jiménez C. (2010) menciona que todo
proceso de innovación debe estar relacionado con ciertos elementos
fundamentales que le otorgan consistencia y estructura. Veamos algunos:
1. Conectar los contenidos con las experiencias y vivencias del mundo y especialmente del entorno del estudiante.
2. Potenciar el trabajo en equipo.
3.
Hacer de los espacios de aprendizaje, unos que sean cómodos y
confortables, en los que todos pueden sugerir y planear - de manera
ordenada y estructurada.
4. Crear un clima reflexivo, crítico y de aporte.
5. Modelar y guiar, más que dirigir.
6.
Incluir estrategias de trabajo activas, no necesariamente de juego,
pero sí que involucren pensar, analizar, decidir y sobre todo
"producir".
7. Enfatizar que los medios están en función de los
contenidos y verificar que cada herramienta y recurso sea el adecuado,
para el nivel, la edad, el material, el objetivo, etc.
8 Y yo les diría, sobre todo: disfrutar y sentir.
Estos
son algunos consejos que espero les sirvan. Estaré posteando otros
artículos con el fin de que nuestra labor sea más creativa y sobre
todo que nos permita disfrutar lo que hacemos y ¡¡pasárnosla bien!!
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